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Todos los años se han producido episodios puntuales de volatilidad motivados por situaciones coyunturales que han tenido un efecto temporal y limitado sobre las rentabilidades. En estos momentos tan complejos, con altos niveles de incertidumbre y volatilidad repasamos los #tipsdelbueninversor: conocer las claves de la inversión a largo plazo, evitar los sesgos del comportamiento y la importancia de contar con un gestor especialista.
Claves de la inversión a largo plazo
Un buen inversor tiene que tener presentes las claves de la inversión a largo plazo. Destacamos aquí las claves que más importancia tienen en momentos bursátiles complicados:
A la hora de invertir a largo plazo hemos de evitar tomar decisiones emocionales motivadas por movimientos bruscos del mercado, ya que dificultan la consecución de nuestros objetivos. Lo vemos en el siguiente gráfico: todos los años tienen sus momentos difíciles. Sin embargo, a pesar de los numerosos retrocesos, el 70% de esos años terminaron con rendimientos positivos.
Fuente: FactSet, Standard & Poor s, J.P. Morgan Asset Management. Los rendimientos se basan únicamente en el índice de precios y no incluyen los dividendos. Las caídas intra anuales se refieren a las mayores caídas del mercado desde un máximo hasta un mínimo durante el año. Sólo con fines ilustrativos. Las rentabilidades mostradas son las del año natural entre 1980 y 2021, periodo en el que la rentabilidad media anual fue del 9,4%. Guide to the Markets US. Los datos son a 30 de septiembre de 2022.
Cuanto mayor sea el plazo de la inversión, más rápido crecerá nuestro capital gracias al efecto del interés compuesto. Lo vemos con un ejemplo: si invertimos 50.000 € durante 25 años al 4,25 %, al final de ese plazo tendremos 150.000 €. Pero podemos observar que hemos tardado 15 años en obtener los primeros 50.000 € y tan solo 10 años en obtener los otros 50.000 €.
Fuente: Elaboración propia
Aunque los mercados pueden pasar épocas malas que no sabemos cuánto pueden durar, en periodos largos es más difícil experimentar pérdidas.
Por ejemplo, entre 1950 y 2021, una persona que hubiera invertido en renta variable a 12 meses habría podido obtener, en el mejor caso, unas ganancias del 47 % pero, en el peor, unas pérdidas del -39 %. Si en vez de a 12 meses, hubiera invertido a 5 años, entonces las ganancias máximas habrían sido del 28 % pero la pérdida máxima también se habría reducido a -3 %.
Fuente: Bloomberg, FactSet, Federal Reserve, Robert Shiller, Strategas/Ibbotson, J.P. Morgan Asset Management. Las rentabilidades mostradas se basan en las rentabilidades del año natural desde 1950 hasta 2021. Las acciones representan el S&P 500 Shiller Composite y los bonos representan Strategas/Ibbotson para los periodos de 1950 a 2010 y Bloomberg Aggregate a partir de entonces. El crecimiento de 100.000 dólares se basa en los rendimientos totales medios anuales desde 1950 hasta 2021. Los datos de la Guía de los Mercados EE.UU. son del 30 de septiembre de 2022.
Las aportaciones periódicas hacen que entremos en el mercado en distintos momentos, lo que nos ayuda a compensar ciclos bajistas con ciclos alcistas. No podemos predecir cual es el mejor momento para entrar en el mercado. Tal y como muestra el gráfico, con frecuencia de producen grandes salidas cuando los precios de las acciones están ya cerca de un valle, lo cual implica que aquellos inversores que venden hacen efectivas sus pérdidas y se quedan fuera de una potencial recuperación.
Fuente: FactSet, Standard & Poor s, J.P. Morgan Asset Management.
Los flujos de todos los fondos son los flujos de los fondos de renta variable estadounidense a largo plazo, los cuales incluyen los flujos de los fondos cotizados de 2006 en adelante. Las rentabilidades pasadas no son representativas de los resultados presentes o futuros. Guide to the Market s Europe. Datos a 31 de diciembre de 2021.
Diversificar nos permite suavizar los movimientos del mercado y evitar el sesgo nacional del inversor. Te lo explicamos:
Fuente: elaboración propia. Ejemplo con valores teóricos, no activos reales
Intentar navegar por los mercados entrando y saliendo, buscando siempre el momento ideal para hacerlo es muy
complicado. No debemos intentar predecir cuál será el momento óptimo para comprar y vender.
El diseño de la cartera debe ir adaptándose al perfil de riesgo, al horizonte temporal y al comportamiento de los mercados, por lo que deberá revisarse cada cierto tiempo. Unos activos aportan mayor riesgo a la cartera, pero esperamos más rentabilidad de ellos. Otros pueden tener la misma esperanza de rentabilidad pero con ciclos contrarios, bajando cuando otros suben y subiendo cuando otros bajan. También encontraremos activos menos arriesgados pero contenidos en su rentabilidad esperada a futuro. La combinación de estos distintos activos debe ser variable en el tiempo.
La fiscalidad es otro parámetro más para tener en cuenta al elegir en qué instrumento invertimos.
Imaginemos una inversión de 100 € para la que tenemos dos alternativas: fondo de inversión y bonos. Supongamos que, en ambos casos, el inversor no va a necesitar el capital en 5 años y que, en ambos casos, la rentabilidad/cupón asciende al 4,5 % anual.
Por simplificar, calcularemos que el IRPF es del 22 %, y el impuesto sobre el fondo de inversión, del 1 %. Al finalizar los 5 años, si hemos invertido en un bono tendremos un capital de 118,83 €, mientras que si hubiésemos elegido un fondo de inversión, tendríamos un capital de 124,35 € (un 5 % mayor).
Fuente: elaboración propia.
Sesgos del comportamiento
La experiencia nos demuestra que a la hora de tomar decisiones no siempre somos racionales. Los sesgos del comportamiento son esos efectos psicológicos que nos llevan a un juicio inexacto, en definitiva, a la irracionalidad a la hora de tomar decisiones. Conocerlos nos ayudará a entenderlos mejor y a saber tratar con ellos para que no se interpongan entre nosotros y una buena decisión. En los #tipsdelbueninversor te explicamos los sesgos del comportamiento que más nos pueden afectar en estos momentos:
Es la tendencia a aceptar como válidos los razonamientos o las ideas de la mayoría sin analizar si son correctas desde un punto de vista lógico.
Este efecto hace que los inversores a largo plazo evalúen continuamente el valor de su cartera y sobrerreaccionen a noticias y eventos que se producen en el corto plazo.
Le damos mayor importancia a lo primero que nos viene a la mente (noticia reciente o caso cercano) por lo que no contemplamos todas las posibilidades a la hora de decidir.
Para nosotros una pérdida tiene el doble de valor que una ganancia, lo que nos lleva generalmente a elegir no perder antes que ganar cuando tenemos que tomar una decisión de inversión o de cierto nivel de riesgo.
La importancia de contar con un gestor especialista:
Es importante revisar con tu gestor la planificación financiera y los objetivos de inversión. Recuerda que cuentas con información financiera actualizada en todo momento.