Con mi pareja, Fran, decidimos abrir una cuenta conjunta y pedimos cada uno una tarjeta para los gastos comunes. Fuimos al banco y nos informaron de la variedad de tarjetas y la verdad es que hay un montón.
Por un lado tenemos las tarjetas de débito, con las que te descontarán de tu cuenta, y al momento, los gastos que hagas y el dinero que saques del cajero. Así te aseguras de que nunca vas a gastar más dinero del que tienes.
Luego están las tarjetas de crédito, donde te asignarán un máximo que puedes gastar al mes, independientemente de lo que tengas en el banco. Luego a final de mes puedes pagarlo todo y no te cobrarán intereses, pero si decides pagarlo a plazos, entonces sí que te los cobrarán.
También puedes sacar dinero a crédito del cajero. Eso tiene una comisión de la que te informará el cajero antes de confirmar la operación.
Luego es posible también que te cobren intereses. De eso tienes que informarte antes en tu banco. También hay tarjetas de crédito en las que de entrada decides cuánto pagarás al mes, por ejemplo 60 € o el 5 % de lo que tengas pendiente.
Con tantas opciones, lo mejor es que consultes la TAE con tu banco, que son los intereses y comisiones que pagarás, y eso te permite comparar alternativas.
Es cuestión de valorar lo que te conviene más teniendo en cuenta el uso que le vayas a dar y los costes. Por ejemplo, en nuestro caso nos gusta mucho viajar y a la hora de alquilar un coche o reservar un hotel las tarjetas de crédito son en la mayoría de los casos la única opción.
Además, la tarjeta de crédito te puede sacar de un apuro. A mí, hace dos semanas se me pinchó la rueda de la moto y era justo un mes de muchos gastos y me faltaban seis días para cobrar la nómina, ¡y yo utilizo la moto para trabajar! Tengo unos ahorros pero no quería tocarlos, y entonces me acordé de que tengo la tarjeta de crédito. Pagué la reparación urgente y al mes siguiente me lo cobraron sin intereses. La verdad es que me sacó de un apuro.
Si tuviera que destacar algo de las tarjetas sería comodidad y seguridad. Para mí, qué quieres que te diga, poder salir a la calle sin llevar dinero es, aparte de cómodo, superseguro. Si pierdes el bolso con 150 €, adiós muy buenas. Pero si pierdes la tarjeta, al llevar un PIN, no te van a robar, luego la puedes bloquear en cuanto te das cuenta. Después desde el móvil puedes mirar los movimientos que se han hecho. Lo que decía, seguridad y comodidad. Para mí las tarjetas son eso.